Voluntarios de Oceanside auxilian a los desamparados de San Diego y Tijuana.
Vikki Ceballos, directora del programa de comida del ministerio de Calvary Chapel en Oceanside, recorre cada noche centros comerciales en busca de alimentos, para repartirlos entre los más necesitados. Cuando las donaciones empezaron a caer y no tenían tantos recursos, empezaron a juntar y vender cajas. Así, con el reciclaje de cajas, obtienen 250 dólares, que gastan en gasolina para recorrer su ruta y también en otros gastos.
Las pilas de cajas aplastadas, las bolsas de pan y latas de comida, se han vuelto una imagen constante para cientos de indigentes que, todas las mañanas, forman una larga fila para obtener comida.
Vía: La Opinión