Los cientos de viajeros que ayer utilizaron el transporte de ría tuvieron que soportar el espectáculo de la basura amontonada en el muelle, con numerosas bolsas rotas y su contenido esparcido por la zona. La presencia de residuos había atraido a las inevitables gaviotas, quienes se habían encargado de completar este desagradable decorado en un recinto recién inaugurado.
Desde hace tiempo se eliminó por motivos medioambientales la recogida de basura en las islas, por lo que los visitantes deben regresar cada uno con sus residuos. Debido a ello en los viajes de vuelta es habitual que casi todo el mundo lo haga con una bolsa con su basura, de la que se deshace en el primer contenedor nada más llegar a tierra. Esta vez, sin embargo, muchos debieron hacerlo sin esperar a encontrar un contenedor, como muestra la imagen superior.
Al cabo de un rato las bolsas amontonadas en el suelo fueron picoteadas por las gaviotas y el contenido se esparció por el suelo.
Esta situación provocó el malestar de muchos usuarios, aunque había opiniones para todos los gustos. Algunas personas reclamaban la instalación de contenedores junto al mismo muelle de embarque, a fin de evitar que la situación volviera a repetirse. Sin embargo, la existencia de contenedores a unos cien metros, dentro del área peatonal de las Avenidas, hace difícilmente justificable el incivismo de aquellos que tiran las basuras al suelo nada más desembarcar. Aunque están cerca, algunos se quejan de que su ubicación no está indicada.
Vía: La Voz de Galicia