En 2006, las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron en una sesión plenaria extraordinaria una Ley por la que se establece el día 17 de Julio de cada año como Día del Defensor del Medio Ambiente, como homenaje a los once trabajadores forestales que perdieron la vida mientras luchaban contra el fuego desatado en el Ducado de Medinaceli (Guadalajara) un año antes.
Este día es una jornada de reflexión que promueve la concienciación en el cuidado del medio ambiente y la actuación responsable en las zonas forestales. El Día del Defensor del Medio Ambiente es además una muestra de gratitud hacia todas las personas que ha dado su vida por la defensa de la naturaleza y hacia todas aquellas que diariamente luchan por mejorar y proteger nuestro patrimonio natural.